La observación de la naturaleza es un delito. Ruta Guadamatilla

A continuación, publicamos textualmente, la nota recibida la Asociación Guadamatilla, sobre los hechos acaecidos en su última ruta de senderismo:


Una ruta con mucha aventura.

Nos reunimos en la estación de autobuses algo más de 50 senderistas, dispuestos a disfrutar de un día de senderismo por la naturaleza, nos dirigimos a la venta de La Inés, donde curiosamente nos estaban esperando unos cuantos sabuesos en la finca colindante a la venta de la Inés, y también nuestro buen amigo Felipe Ferreiro, que no se explicaba cómo se habían enterado esos individuos de nuestra llegada, también se encontraban en nuestro lado de la verja, dos agentes forestales, a los cuales también les habían ordenado que nos estuvieran esperando junto a la venta, los agentes nos informaron de que sí podíamos acceder a la cueva. Pero no así los sabuesos y una cadena con su candado que nos bloquearon el paso a nuestro proyecto de visitar la cueva de la Venta de la Inés, y después de un enfrentamiento verbal y de oir un montón de argumentos increíbles del encargado de la finca, como: " Que había unos días señalados para visitar la cueva, y el domingo no tocaba, o que el arroyo son aguas privadas de la finca, la observación de la naturaleza es un delito, y así un montón de cosas increíbles". Y a la vista de que los agentes forestales allí presentes tampoco eran razón suficiente para hacer cumplir la legalidad (poderoso don dinero), decidimos cambiar de ruta y seguimos nuestro recorrido, hasta las minas del Horcajo, para después dirigirnos siguiendo la vía verde hasta el puerto de Niefla, eso sí, caladitos hasta los huesos, pues nos estuvo cayendo agua durante la mayor parte del recorrido.

-Los caciques aún tienen privilegios, que nos son denegados al resto de los ciudadanos.









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