El Plan de Vigilancia del Calor de Andalucía busca reducir el impacto sobre la salud de las temperaturas extremas

 


La consejera de Salud y Consumo, Catalina García, informa en comisión parlamentaria 
de los procesos de control de los productos alimentarios.

La consejera de Salud y Consumo destaca en comisión parlamentaria que el dispositivo de este año amplía su periodo de activación



La consejera de Salud y Consumo, Catalina García, ha comparecido en comisión parlamentaria para informar sobre el Plan Andaluz para la Prevención de los Efectos de las Temperaturas Excesivas sobre la Salud 2023. "Es conocido por todos la relación que la temperatura tiene con la morbilidad y mortalidad", ha reseñado. Así, ha destacado que la exposición a elevadas temperaturas provoca efectos directos en el organismo, desde estrés por calor al golpe de calor, que puede afectar en mayor medida a la población vulnerable, como niños, mayores y enfermos crónicos, entre otros.


Un problema que, tal y como ha expuesto, es abordado desde las estructuras de Salud Pública en coordinación con las respectivas administraciones competenciales estatales, autonómicas y locales. Según ha dicho, estas actuaciones forman parte del Plan Andaluz de Prevención contra los Efectos de Temperaturas Excesivas sobre la Salud, que se desarrolla de forma conjunta con el Ministerio de Sanidad y el resto de las comunidades autónomas, para reducir el impacto sobre la salud de la población de las temperaturas de calor extremas.


El Plan, ha explicado, tiene tres objetivos fundamentales, como son reducir el impacto sobre la salud asociado al incremento de la temperatura estival y a posibles olas de calor, aunando las medidas necesarias por parte de las distintas instituciones de la Administración Central, de la Junta de Andalucía y de la Administración Local implicadas; establecer un sistema de coordinación e intercambio de la información entre las instituciones implicadas y centrar los esfuerzos preventivos en las poblaciones de riesgo de morbilidad y mortalidad por causa de temperaturas elevadas, identificándolas y estableciendo un seguimiento personalizado con los recursos ya existentes.


Catalina García ha aseverado que este año el Plan se adelanta y amplía el periodo de activación, activándose el pasado 16 de mayo y estando operativo hasta el 30 de septiembre. Además, se introduce un criterio de flexibilidad que permite la activación fuera de este período, mediante el seguimiento durante los quince días previos y los quince días posteriores.


La titular de Salud y Consumo ha trasladado que la eficacia del Plan está basada en la previsión de temperaturas máximas facilitada por la Agencia Estatal de Meteorología, para el día en curso y para los dos días siguientes desagregados por provincia. "Esto permite dar información rápida y previa a la población sobre los efectos del calor excesivo y las medidas de prevención a tomar, así como activar las acciones que se tienen que poner en marcha para proteger a los grupos de población en riesgo".


Otra de las novedades del Plan, ha asegurado, es el cambio en las temperaturas umbrales de referencia. Estas temperaturas se han calculado mediante el análisis de la asociación entre series temporales de mortalidad y temperatura máxima a nivel provincial entre el 1 de enero de 2009 y el 31 de diciembre de 2019.


Así, se establece que la temperatura umbral máxima por provincias sea de 35 grados en Almería, 38,5 en Cádiz, 41,5 en Córdoba, 36,5 en Granada, 38 en Huelva, 38,9 en Jaén, 37,2 en Málaga y 40,5 grados en Sevilla. En el Plan se establecen también los niveles de riesgo para la salud para cada provincia, siendo Nivel 0 el de ausencia de riesgo, y se representa con el color verde; Nivel 1 el de bajo riesgo, y se representa con el color amarillo; Nivel 2 de riesgo medio, y se representa con el color naranja; y Nivel 3 o de alto riesgo, y se representa con el color rojo.


En su comparecencia, ha indicado que la activación de cada nivel conlleva una serie de medidas en los centros de carácter asistencial o social de la provincia afectada, poniendo en marcha un plan de información interna que recoge las medidas de actuación que en el ámbito local se han consensuado para evitar agravamiento de patologías por las altas temperaturas. "Estas actuaciones engloban desde acciones preventivas de información tanto a la población general como a la población de riesgo, y profesionales sanitarios y de servicios sociales", ha añadido.


"Con este programa, Andalucía trata de minimizar los efectos del calor sobre la salud de la población. Y lo hace con especial atención a los colectivos más vulnerables, para lo que se trabaja de forma coordinada entre las instituciones implicadas, centrando los esfuerzos preventivos en las poblaciones de riesgo", ha finalizado.


Fuente: Junta de Andalucía

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