CSIF teme un otoño “negro” para el mercado laboral de Córdoba por el agravamiento de la crisis sanitaria de la Covid-19

 

  • La provincia cerró el mes pasado con 949 desempleados más que en julio, hasta llegar a un total de 85.740 

  • Dolores Navajas lamenta la falta de oportunidades para que los jóvenes de la provincia puedan desarrollarse aquí desde el punto de vista profesional.


CSIF teme que la subida del paro registrada en Córdoba en agosto sea el preludio de un otoño “negro” en materia laboral debido al agravamiento de la crisis sanitaria de la Covid-19 con el continuo aumento de los contagios que se ha contabilizado en las últimas semanas en nuestro territorio. Las estadísticas hechas públicas hoy por el Ministerio de Trabajo y Economía Social señalan un incremento del desempleo en Córdoba de 949 personas (+1,1%) el mes pasado respecto a julio, dejando la cifra total de desocupados en 85.740. La presidenta de CSIF en Córdoba, Dolores Navajas, señala que el crecimiento de las personas demandantes de un puesto de trabajo se ha cebado en esta ocasión con las mujeres, que han sufrido una subida del desempleo del 1,5%, y, especialmente, con los menores de 25 años, que registraron un alza de su lista de desocupados de un 4%. “Es penoso ver mes a mes cómo nuestros jóvenes siguen sin encontrar en su tierra las oportunidades laborales que les posibiliten poder quedarse aquí”, resalta la dirigente sindical, quien también recuerda la importante precariedad que caracteriza a nuestro mercado laboral con casi un 97% de temporalidad en la contratación realizada en agosto.


La máxima responsable de CSIF lamenta el retraso de las administraciones en adoptar medidas para hacer frente al más que probable empeoramiento del mercado laboral provincial por la preocupante evolución de la pandemia y la repercusión en la economía y en el empleo del endurecimiento de las medidas adoptadas para contener los brotes que se están produciendo. “Las empresas necesitan un mayor nivel de certidumbre de sus representantes políticos con el fin de evitar que la única salida que les quede sea el cierre de sus negocios y la correspondiente pérdida de puestos de trabajo que ello conllevaría”, manifiesta Navajas. A su juicio, “los trabajadores públicos tampoco pueden ser los pagadores de esta crisis como está ocurriendo en algunas comunidades autónomas donde ya se están poniendo sobre la mesa la reducción de los salarios de sus funcionarios”. 


 Fuente: Csif

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